Hace algo más de dos años que comenzaron las andanzas de este blog con una entrada llamada Empezamos. Después del parón de los últimos meses me ha parecido una buena idea comenzar con la misma idea que arranqué en aquel momento.
Os quiero hablar esta vez del cambio de instrumento. Los niños que comenzaron a tocar hace un par de años habrán crecido muchísimo y seguramente el violín o la viola que comprásteis entonces le haya quedado pequeño. Quizá incluso a final del curso pasado ya era un poco pequeño. A pesar de que un alumno mío para mayo o junio pueda pensar en cambiar a un instrumento yo no soy partidaria de hacer al cambio de cara al verano. Un nuevo instrumento supone una adaptación por parte del alumno a las nuevas distancias y medidas del violín o la viola y no me gusta dejar solo a un niño tanto tiempo con un cambio tan grande.
Una vez más, tanto para cambiar de instrumento como para comprar el primero, habrá que atender a las necesidades concretas del alumno y del presupuesto del que contemos. Cuando un alumno comienza a tocar un instrumento se atenderá sobre todo al tamaño que necesite más que a la calidad el mismo, ya que, normalmente, será un instrumento que dure pocos años y va a ser tocado a un nivel muy bajo. Sin embargo, cuando el alumno es un poco mayor y va a hacer el cambio no solo habrá que tener en cuenta el tamaño (que también), sino la edad del niño, su grado de compromiso y las metas a corto plazo. Me explico, no es lo mismo comprar el segundo violín a una niña de 8 años que comenzó a estudiar muy chiquitita, que va a seguir creciendo rápidamente y que no tiene ninguna prueba que hacer próximamente que comprar un segundo violín (donde digo violín entiéndase violín, viola o cualquier instrumento) a un chaval que tiene 11 años, que sabe que quiere estudiar las Enseñanzas Profesionales con lo que tendrá que hacer una prueba para acceder a ellas en junio y que seguirá creciendo, u otro alumno que va a comprar su tercer instrumento y que está a mitad de las enseñanzas profesionales y estudia muchísimo porque quiere hacer el Superior.
Para cada caso y para cada alumno las consideraciones a tener en cuenta serán diferentes y cada profesor os aconsejará adecuándose a cada circunstancia. Aun con las diferencias evidentes de cada caso el consejo estrella podría ser «compra lo que necesites». Un alumno muy joven no necesita gastar mucho dinero en un instrumento, ya que al poco tiempo será necesario cambiarlo, aquí la opción de comprar el instrumento a algún compañero mayor y de vender el antiguo a un compañero más joven sigue siendo una buena idea para no amontonar instrumentos en casa. En el caso del alumno que va a realizar la prueba en junio, aunque no vaya a ser su instrumento definitivo necesitará un instrumento de una calidad mayor, como este instrumento le puede durar varios años (dependiendo del niño y de lo rápido que crezca, claro) invertir un poco más de dinero en su instrumento le puede ayudar con su avance, igualmente el instrumento de un alumno mayor os podrá valer en este cambio. Y así sucesivamente, a mayor edad y más conocimientos los alumnos necesitarán instrumentos más grandes y de más calidad. Y principio de curso siempre es un buen momento para hacer el cambio.
¿Necesitáis instrumento nuevo este año?
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