Hoy estaba pensando en una chica que tengo en cuarto y en lo cerca que tiene la prueba a las enseñanzas profesionales. Tenemos el programa que va a tocar prácticamente terminado con lo que por ese lado estamos tranquilas (nosotras y sus padres). Lo que me preocupa de ella en este caso es que se aburra de las piezas antes de hacer el examen. Y es que cuando todo está preparado mantenerlo el tiempo necesario sin desesperarse es muy complicado.
Mi consejo esta semana para esta chica, y que quiero compartir aquí por si alguno estáis listos para un examen o concierto, es que no vuelva a tocar las obras enteras. Por supuesto que tiene que practicar, no vale pensar que como conoce las obras puede irse de «vacaciones» hasta el día de la prueba (esa actitud podría tirar por tierra el trabajo de todo el curso), pero si su practica diaria se limita a tocar una y otra vez las obras ella se aburrirá de tocar siempre lo mismo y las obras bajarán de nivel ya que se crearán vicios propios de la falta de atención.
Partimos de la base de que nunca deberíamos practicar de arriba a bajo, sino por partes y atendiendo a los detalles conflictivos. En este momento en el que todo el trabajo parece terminado es cuando con más insistencia hay que animar al alumno (y a nosotros mismos antes de un concierto o examen) a tocar por partes para lograr mejorarlas aún más. Partes pequeñas como un cambio de posición o un grupo de semicorcheas. Aunque estén bien estudiadas, las partes conflictivas siempre nos pueden dar un susto en un momento de tensión, por eso nunca está de más dedicarles un tiempo extra.
Después de practicar estas partes en concreto pasaremos a mirar pasajes más grandes, por ejemplo un par de pentagramas diarios o un pasaje completo. Atendiendo, claro, a que las dificultades concretas practicadas el rato de antes sean perfectas y a que el pasaje sea musical y bonito.
Llegado a este punto cambiaremos de obra para hacer con ella lo mismo que con la anterior y así con todas las piezas que tengamos preparadas para el examen o concierto. Dejando la interpretación de las obras completas para cuando en clase el profesor lo pida.
¿Tenéis pruebas? ¿Tenéis ya todo listo? Mucha suerte y ¡ánimo! Solo queda el último esfuerzo.
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Muy buenos consejos!!! 😉
Jajaja, gracias Aurora. ¡¡Ahora solo hace falta que los chicos nos hagan caso!!