Constantemente me encuentro alumnos en clase que no escuchan nunca música clásica e incluso que no han escuchado las obras que están tocando. Bueno, chicos, tenemos que cambiar eso.
Lo primero es que escuchar la música que estamos interpretando nos va a
ayudar a aprenderla más rápidamente, no es lo mismo tocar sin saber qué vendrá a continuación que tocar conociendo completamente la melodía. Tengo una alumna que siempre me pide que le toque las canciones que le mando antes de empezar a tocarlas ella, por supuesto se las toco sin problema, pero a parte de lo que trabajamos en clase, escucharlas en casa sería muy útil para su aprendizaje. Y si además accedemos a varias versiones de la misma pieza, que hoy es muy fácil gracias a la tecnología y a plataformas como spotify y youtube, conseguiremos valiosas ideas para confeccionar nuestra propia versión (este consejo es, sobre todo, para los alumnos de niveles más avanzados).
Una vez que conocemos a la perfección las piezas que estamos practicando viene la segunda parte, escuchar música que no estamos tocando. Y no valen excusas como «es que a mí la música clásica me aburre», porque hay tantos siglos llenos de músicas y de compositores diferentes, tantas formaciones instrumentales distintas y tantos instrumentos que estoy convencida de que seremos capaces de encontrar algo que no te aburra. Un buen sitio por el que empezar a buscar es las piezas que ya hemos tocado y que nos gustan. Si por ejemplo hemos tocado un Minueto de Johann Sebastian Bach (de los que aparecen en el Volumen 1 de Suzuki) y nos encanta podemos investigar y escuchar otros minuetos de Bach, otra música de Bach u otros minuetos de la época, si esta música no te gusta no significa que no te vaya a gustar nada, escucha melodías que salgan en la televisión o en la radio y averigua de qué se trata, o bandas sonoras de películas, hay muchos compositores de bandas sonoras que tienen también otros tipos de música, como por ejemplo Nino Rota, que además de componer la música de El padrino, escribió óperas, piezas corales y vocales, orquestales, de cámara…
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