El metrónomo

¡El metrónomo! Ese enemigo mortal de todos los estudiantes de música, ya sean grandes o pequeños… Hay muchos tipos de metrónomos, digitales, analógicos, con afinador incorporado, aplicaciones para móviles… a mí, personalmente, me gusta el encanto que tienen los analógicos con su pesa, pero reconozco que para todos los días y para llevar a clase los digitales y las aplicaciones de móviles son de lo más cómodo.

Metrónomo

A todos en algún momento nos han pedido que usemos el metrónomo para practicar y yo ahora como profesora muchas veces les pido a mis alumnos que lo usen. Cuando era más joven escuchaba el «tac- tac» del metrónomo con pavor, sabiendo que no iba a ser capaz de seguirlo, pero con paciencia y práctica descubrí que no solo era capaz de «hacerle caso» sino que era una herramienta de mucha utilidad en los pasajes más difíciles. Os voy a contar unos trucos para poder seguirlo mejor y unas razones para usarlo a diario.

¿Los trucos? No hay remedios mágicos, la práctica, la paciencia y la constancia serán la clave. Aún así siguiendo algunos consejos se hará más llevadero. Primero es necesario escuchar bien el ritmo que vamos a seguir, tomaos un momento para escucharlo atentamente e interiorizar el pulso, incluso cantar la melodía que vayamos a practicar, si no tenemos dicho pulso dentro no lo podremos seguir. Segundo hay que cambiar el concepto de que vamos siguiéndolo, es él el que nos sigue, nosotros le marcamos donde dar el siguiente golpe, con este pensamiento podremos ir con el metrónomo mucho mejor. Y tercero no tenerle miedo, somos más grandes que él, se puede pisar si llega el momento.

¿Razones para usarlo? La más importante es que nos ayuda a mantener el pulso durante toda la obra no permitiéndonos caer en la tentación de tocar rápido cuando es fácil y lento cuando es difícil. Además es muy útil a la hora de aprender pasajes difíciles ya que mantendremos la pulsación mientras hacemos ritmos para limpiar el trozo y sabremos la velocidad exacta a la que estamos tocando para poder ir subiéndola después (o bajándola según sea el caso, hay pasajes lentos complicadísimos precisamente por ir muy lentos). Usarlo, además, os ahorrará tener que escuchar a vuestro profesor una y otra vez hablando sobre lo mismo. ¡Son todo ventajas!

¿Os animáis a usarlo?¿Ya lo usáis? Contádmelo en los comentarios, en micorcheachiquitita@gmail.com o en el formulario de contacto.

Deja un comentario