El otro día, una lectora me escribió preguntándome por el uso de la almohadilla.
Como ya os conté en la entrada Almohadilla sí o almohadilla no, este tema da para una guerra entera. Yo, que he tocado con almohadilla, sin almohadilla y después con almohadilla otra vez, en cada momento habría aconsejado sin pensarlo a quien me hubiera preguntado que hiciera lo mismo que yo.
Cuando terminando la carrera decidí quitarme la almohadilla y sustituirla por una esponja tenía muchos dolores en la espalda. El cambio me hizo sentir más libre, me permitió tener más movimiento en el hombro izquierdo y mi espalda mejoró. En ese momento para mí estaba claro que lo mejor era eliminar la almohadilla de mi vida.
Años más tarde decidí probar otra vez con almohadilla, casi todos mis compañeros músicos la utilizan y está claro que no todos pueden estar equivocados. Compré una almohadilla de fibra de carbono, muy ligera porque no quería añadir peso a mi instrumento. Cuando la puse experimenté que era mucho más sencillo mantener el instrumento en su sitio y que aunque mi hombro quizá estaba menos libre, no suponía una gran diferencia. Volver a ella además no me hizo tener problemas de espalda. Así que no podría decir qué es mejor.
Cuando mis alumnos son niños, antes de recomendarles usar almohadilla o no usarla, tengo que atender al tamaño que tienen y a la longitud de su cuello, para que no lo tuerzan ni eleven el hombro. Sin embargo, para los que son mayores no tengo un consejo más allá de «experimenta y toca como más cómodo te sientas». Un consejo un poco más específico sería, coloca tu instrumento a la altura adecuada de manera que puedas mantener la cabeza recta, y no eleves el hombro para evitar tener que doblar la cabeza por una altura inadecuada. Además busca la manera de tocar en la que estés lo más relajado posible. Tener consciencia del propio cuerpo y de lo que se modifica cuando tocamos es el mejor consejo para evitar tensiones que pueden provocar lesiones.
No dudéis en escribirme si os surge alguna duda sobre este tema o cualquier otro.
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Muchas gracias por tu apoyo es muy importante para mí y estoy segura que para todos tus lectores.
He continuado practicando sin almohadilla, por que me paso algo como lo que mencionas, cuando la uso siento el hombro inmóvil, también me da más trabajo colocar correctamente los dedos sobre el diapasón, aunque baje la altura, los coloco antes del sitio correcto.
De momento creo que continuare así, poniendo atención a no tensar los músculos del cuello, y sólo recargar el peso de la cabeza sobre la mentonera.
Ya veré como me funciona.
Felicidades de nuevo por tu blog. 😀
¡Muchas gracias! Me hacen mucha ilusión tus palabras. Continúa practicando y experimentando, al final tú eres la que mejor sabe como te sientes. Y no dudes en escribirme si te surge cualquier duda 🙂