En la entrada El arco os conté como coger el arco. Hoy quiero hablaros qué hacer para que el instrumento suene y de los factores que están implicados en la producción de sonido.
Lo primero que necesita el arco para poder hacer sonar cualquier instrumento de cuerda frotada es resina. En la entrada El mantenimiento del instrumento os conté un poco cuanta resina hay que ponerle al arco pero, así en general, tenemos que tratar de mantener las cerdas blancas (no amarillas que es como están cuando el arco es nuevo), pero que no suelten una nube de polvo cuando estemos tocando. Y ya estamos listos para empezar.
El arco tiene que pasar recto, es decir, paralelo al puente y los principiantes siempre por encima de los puntos de las efes. Pasa recto si se mueve el antebrazo y se deja el brazo lo más quieto posible. Cuando los chicos mueven el brazo siempre les digo que no podrán tocar con otros compañeros porque les van a pegar un codazo. Con bromas siempre recuerdan mejor cómo tienen que tocar.
Para los principiantes con esa información es suficiente. Aunque realmente los parámetros que están implicados en la producción del sonido son la velocidad con la que se pasa el arco, la presión (o el peso) con el que pasamos el arco por las cuerdas y el punto de contacto que es la zona del instrumento sobre la que tocamos. Combinando estas variables obtendremos diferentes sonoridades. Mi profesor, que siempre tiene ejemplos buenos para explicar las cosas, nos decía: el punto de contacto es como una autovía de tres carriles, pegados al puente pasan los camiones, lentos y pesados. En el carril intermedio (sobre los puntos de las efes) pasan los coches, que son más rápidos y menos pesados. Sobre el batedor, o muy cerca de él, pasan las motos muy rápidas y ligeras. Después de esa clase nunca se me olvidó qué presión o velocidad utilizar en cada sitio. Aparte, claro, de que si no lo haces así no suena bien.
Volvamos a los principiantes, que son los que más ayuda necesitan. Los cambios de cuerda los hace el codo derecho, que se comporta como un «ascensor» al que le decimos en qué cuerda queremos tocar y él nos lleva a ese «piso». Cada cuerda tiene una posición en el codo. A veces este ascensor se queda entre dos pisos y por eso suenan dos cuerdas, solucionaremos el problema subiendo o bajando el codo un poco. Si alguien me hubiera explicado esto así habría llorado mucho menos porque era incapaz de tocar solo una cuerda.
En el próximo post os hablo de los golpes de arco.
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