Qué horario elegir

A la hora de elegir el horario para la clase del niño hay algunas cosas a tener en cuenta para aprovechar el tiempo lo más posible. Es cierto que muchas veces esa elección se ve limitada por el horario del profesor y por las horas que los compañeros ya han ocupado. Aún así debéis intentar ajustaros lo más posible a las necesidades del niño.

Hay que tener en cuenta la carga lectiva del niño ese día: si tiene un día duro en el cole, si ese día tendrá muchos deberes (normalmente el horario en el conservatorio o las academia de música se eligen cuando ya ha empezado el colegio, por lo que tendremos una idea aproximada de cómo se va a desarrollar la semana del chico) o si tiene otras actividades extraescolares. También es clave, por supuesto, la hora a la que se desarrollará la clase.  Todas estas características en la tarde de un niño de entre 8 y 12 años (que estará en las enseñanzas básicas) o incluso más pequeño, influirán directamente en su rendimiento. Con lo que será ideal que tenga su clase de instrumento un día que solo tenga que ir ahí después del colegio y que no tenga mucha tarea. Y procurar que la hora sea entre las 17:00 y las 19:00 para que no esté demasiado cansado y no se haga demasiado tarde.

Y ahora hay otro problema, los viernes. Son niños, y no solo tienen que jugar y que hacer sus tareas, también tienen eventos sociales, por ejemplo fiestas de cumpleaños o quedadas de los niños de la clase en el parque, que suelen ser en viernes y que no quieren perderse. Y con razón. Si pretendemos que el niño venga contento a la clase de viola o violín o puede ser a costa de sacrificar su vida social. Si es absolutamente obligatorio que la clase sea viernes, intentaremos que sea lo más pronto posible, de manera que después pueda ir con sus amigos.

Hay otras opciones, pensaréis, como recuperar las clases. Bueno, esto, dependiendo del centro es posible o no. Y también dependiendo de la disposición del profesor, que en realidad no tiene por qué hacerlo. Pero dejando este tema a un lado y centrándonos en el beneficio para el niño, estamos espaciando dos clases, a veces hasta dos semanas, y juntando mucho otras dos, a veces incluso días consecutivos. En las clases separadas se está perdiendo en parte la continuidad que el profesor tiene con el alumno, si está practicando algo erróneamente lo asentará durante las dos semanas y además será un aburrimiento para el niño practicar lo mismo durante tanto tiempo. Por otro lado en las clases juntas, el niño no habrá tenido mucho tiempo de prepararla con lo que la clase será menos provechosa. No es gratuito recuperar una clase, ¿no?

Si os puedo ayudar en algo no dudéis en escribirme a micorcheachiquitita@gmail.com

Deja un comentario